Mirador del Monte Castelo
A 132 m sobre el nivel del mar, se situa la cumbre del monte Castelo, llamado así como tantos otros puntos en la geografía gallega, por su posición sobresalíente sobre el medio. En el pasado estas elevaciones tuvieron funciones importantes para la observación, vigilancia, defensa y dominación del territorio, edificando muchas veces, torres, pequeños castillos. Por eso desde el pico, tenemos una vista privilegiada sobre el magnífico paisaje natural, pétreo y humano.
Realizaremos una pequeña ruta de unos 2 km de longitud por la zona, subiendo a la cumbre del monte Castelo. En la zona podremos disfrutar de un conjunto de seres de piedra, modelados por la erosión con singulares formas de animales y otras formas que queramos crear. Agudizaremos nuestra imaginación para encontrar en los alrededores del faro, tres piedras llamadas las Osiñas, el rinoceronte, el pingüino, la Pena Cabaleira cerca de Vilacha de considerables dimensiones y forma de muela gigante, el rinoceronte, el tiburón, el ojo del demonio ya en la cumbre.
El esfuerzo tiene premio, porque nos permite alcanzar los dos miradores con bancos que ahora existen sobre el acantilado. El primero es el Mirador de Oriente, donde las vistas son excepcionales, abarcando desde Punta Roncadoira a la Punta Arxente y al Islote de Ansarón, que aquí cede protagonismo a la Isla de la Cal. Justo al lado de este asiento de madera se encuentra la denominada Pena Sombreireira, por la cobertura que la misma hace, también hay quien la identifica como una boca de ballena. Aún tenemos que subir un poco más para alcanzar el Mirador de Poniente, también con banco, que en este caso mira hacia Punta Roncadoira y Estaca de Bares