Viveiro
Pequeña ciudad de origen medieval, Viveiro cuenta con valiosas muestras tanto de arquitectura civil como religiosa que conforman un patrimonio rico y variado: los restos de la muralla, el monasterio de Valdeflores, las calles gremiales (Zapataria, Ferreiros, do Forno), casas con balconadas y galerías acristaladas, o la Plaza de Santa María del Campo declarada Conjunto Histórico-Artístico...son solo un pequeño ejemplo de lo que guarda la villa.
Viveiro se sitúa en la ría del mismo nombre, formada por la desembocadura del río Landro en el Cantábrico. Es pieza fundamental de la llamada Mariña Occidental.
Las primeras menciones documentales de la tierra de Vivarii están datadas en el año 857.En los siglos XII y XIII se configura la actual villa; su puerto será uno de los principales centros comerciales del norte peninsular. Gozó desde antiguo del título de Muy Noble y Leal Villa y de los privilegios que le fueron concediendo los distintos monarcas.
El románico dejó importantes huellas: las iglesias de San Pedro, de Santa María , la antigua conventual de San Francisco y el Monasterio de Valdeflores. De origen medieval también es el Puente Mayor sobre el Landro, ampliado en los siglos XV, XVI e XVIII.
Durante los siglos XVIII y XIX la fisionomía medieval de la villa se pierde al desaparecer las murallas, los torreones y tres de las seis puertas.
Aún permanecen en pie tres de las puertas del recinto amurallado: la del Valado, la de la Villa y la de Carlos V, sobre la que se ven las armas imperiales, las primitivas del Reino de Galicia y las propias de la ciudad.
En la actualidad, Viveiro es cabeza de partido judicial y centro administrativo, comercial, cultural y turístico de la Mariña Occidental. El puerto de Celeiro es uno de los más importantes de la cornisa cantábrica y de Galicia.