PR-G 156 Ruta de A Costa de O Vicedo

Una costa protegida por sus valores naturales

Comienza cerca del puerto pesquero, continuando la línea de costa y pasando por varias playas como la de Vidriero para, posteriormente, pasar cerca del faro de Castro y llegar a Caolín, pequeña cala con una arena blanca muy bonita. Esta costa es parte de dos Espacios Naturales, el ZEC (Zona de Especial Conservación) y ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) Costa da Mariña Occidental que alberga importantes valores naturales.

La ZEC protege la estrecha franja de costa, playas, acantilados y dunas que están expuestas al mar abierto. Acogen una interesante vegetación de acantilados marinos con la presencia de varias especies únicas como las hierbas de enamorar y otra vegetación valiosa de las dunas. Mientras la ZEPA protege principalmente la franja marina acogiendo interesantes aves marinas como el correlimos tridáctilo, el correlimos oscuro, el cormorán moñudo, el charrán común y el zarapito real, siendo además especialmente importante por la población reproductora de ostrero euroasiático que actualmente solo nidifica en esta costa en Galicia.

La historia y el patrimonio ligado al mar

La playa de Caolín, debe su nombre a un antiguo lavadero de caolín asentado muy cerca de ella. Cerca de la playa podremos ver una antigua fábrica de salazón, que tuvo su auge en el siglo XIX y primer tercio del XX. Este sistema de tratamiento del pescado, sardina mayoritariamente, fue muy importante para permitir su conservación en el tiempo y por tanto su comercialización. Destacable fue la organización del trabajo ya que las mujeres se incorporaron masivamente a esta actividad.

En todo el recorrido pasaremos por diversas aldeas que conservan interesantes muestras de arquitectura popular.

Después el sendero sigue un camino tendido por la costa hasta llegar a un desvío, previo a la playa de Xilloi que nos lleva hasta la Iglesia de O Vicedo que fue reformada en el año 1794. Su retablo mayor, neoclásico, presenta la lapidación de San Esteban. Según la tradición, la puesta bajo el patronato de este santo nace de una leyenda que cuenta que una noche de gran temporal apareció un cuadro con la imagen del santo en la playa de Xilloi, en el lugar conocido como “altariño”. Los vecinos pusieron el cuadro sobre un carro de bueyes, deteniéndose, justo, en el lugar donde se construyó la iglesia.

Se continúa por la costa para llegar al mirador y punto más próximo desde la costa a la Isla Coelleira, de gran interés ornitológico ya que muchas aves como el cormorán moñudo anidan con total tranquilidad.

A continuación, el sendero va alternando costa y montaña hasta llegar a la escondida playa de Toxido. Desde ese punto el camino sigue la línea litoral para llegar al mirador de San Román, desde donde hay una impresionante vista sobre la Ría de Viveiro.

A continuación, se emprende la bajada a la playa de Area Grande, desde donde se ve una cruz de 5 m. que recuerda un antiguo naufragio, llegando al final de la ruta.