Cultura marinera

 

Desde tiempos inmemoriales, Galicia y, por supuesto, A Mariña Lucense, ha mantenido una relación íntima con el mar, a lo largo de los aproximadamente 100 km de costa de esta comarca. Echando un vistazo a nuestro mar, encontraremos una fisionomía cortada y sinuosa, en territorio cantábrico, que muestra a nuestros ojos aguas fecundas para la vida y la pesca, y también extraordinariamente rica en cultura marina o patrimonio marítimo.

Cualquier manifestación vinculada a los usos humanos del mar es parte de nuestro patrimonio. Por lo tanto, las construcciones (viviendas, muelles, faros, salazones...), los objetos (embarcaciones tradicionales como el bote de Ribadeo, artes de pesca y marisqueo, diversos utensilios...) y también las creaciones inmateriales como el habla, determinadas técnicas de trabajo, cantigas, leyendas, sabiduría popular, recetas gastronómicas...

El mar de A Mariña Lucense tiene una gran riqueza pesquera y marisquera, con un producto de primera calidad. La flota pesquera tiene un volumen total de descargas y ventas de pescado y mariscos frescos de más de 55 millones de quilos de capturas. Sus más de 120 millones de euros al año, concentrados principalmente en dos de sus lonjas más importantes (Burela y Celeiro), hacen que la economía de toda la zona dependa en gran medida del sector pesquero. También los puertos de O Vicedo, San Cibrao, Burela, Foz, Rinlo, Ribadeo tienen puertos deportivos y de pesca de bajura que contienen elementos interesantes que conocer.

Disfruta de todos estos tesoros con historia que huele a salitre.

Si queremos descubrir la diversidad de pescados y mariscos que los marineros de A Mariña pescan en el Cantábrico, sólo nos tendremos que acercar a las lonjas de Burela, de Celeiro o de Ribadeo, donde se pueden hacer visitas que nos descubrirán el fascinante mundo de la pesca.

La íntima relación de los mariñaos con el mar conserva una rica cultura que se manifiesta en fiestas y tradiciones con gran arraigo como la Maruxaina o en las procesiones marítimas para celebrar la patrona de los marineros, la Virgen del Carme.

Una parte muy importante de esta rico patrimonio marinero se puede descubrir visitando el Museo Provincial del Mar de San Cibrán o el Barco-Museo Reina de él Carmen, antiguo boniteiro de Burela y otro podemos disfrutar de él directamente dando un paseo, como las antiguas fábricas de salazón en la playa de Cubelas en Cervo o las viejas cetareas y las estrechas callejuelas del hermoso puerto de Rinlo.

Pero esta costa es peligrosa en las épocas de grandes temporales por lo que los navegantes precisaron de señales que les guiaran en sus singladuras, primero fueron antorchas encendidas en los montes y de los que hoy sólo queda su topónimo, y luego fueron los faros, situados en lugares espectaculares desde donde podemos disfrutar de vistas maravillosas sobre el mar, como el Faro de la Illa da Pancha, el de Punta da Atalaia o el de Punta Roncadoiro, que alumbran más allá de las 20 millas, para ayudar a guiar los barcos por la noche.

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